RESPIRAR

Al aprender a respirar con conciencia, tendremos la posibilidad de reencontrarnos con nuestro ser real. Es necesario practicar una respiración consciente realizando estos ejercicios en cualquier momento de nuestra vida.

Con la espalda erguida, observemos como sube y baja la respiración, existe un ritmo vital que se desliza en nuestros órganos hacia arriba y hacia abajo.

Una vez centrados en nuestra respiración, iniciaremos una serie inhalando, contando hasta cinco, pausamos un tiempo reteniendo el aire, y después espiramos contando hasta cinco, para contener de nuevo la respiración en vacío durante un tiempo. Después volvemos a iniciar otro ciclo.

El ritmo es muy sencillo: 5 1 5 1 – 5 1 5 1 - ... y aplicado con constancia se hará automático en poco tiempo.

Para adquirir esta práctica nos relajamos, cerramos los ojos y nos permitimos ser respirados, abandonándonos enteramente al ritmo de la vida que no es otro que el de nuestra respiración.

Podemos elegir cualquier color y respirarlo en nuestro cuerpo, fundiéndolo en cada célula. Podemos dirigir la respiración a cualquier órgano que queramos llenar de energía. Esta práctica es muy útil en algunas técnicas de curación y nos ayuda a poner el cuerpo físico en una posición de equilibrio

Podemos respirar los cuatro elementos el Fuego, la Tierra, el Aire, el Agua, elegir la esencia de una flor o de una hierba e incluso un sentimiento.

El aire así nos purifica, lava nuestras entrañas y sentimos que la Energía Vital se difunde en nosotros, llenando nuestro cuerpo de luz.